Aceite
El aceite de ricino (INCI: Ricinus Communis Seed Oil) es un aceite vegetal que proviene de las semillas del arbusto Ricinus Communis, originario de África e India. Antiguamente, se utilizaba en la medicina tradicional para tratar una gran variedad de problemas de salud. Asimismo, este aceite también ha sido muy utilizado en la cosmética, debido a sus múltiples propiedades y beneficios tanto para la piel como para el cabello.
En formulación cosmética se puede utilizar el aceite de ricino o sus derivados como:
Agente emoliente (Ricinus Communis Seed Oil).
Agente surfactante (Glyceryl Ricinoleate SE).
Composición fitoquímica del aceite de ricino
Este aceite de ricino es un triglicérido que está compuesto por ácidos grasos esenciales. Así, el 90% de su composición fitoquímica es omega 9, aunque también se pueden encontrar en él compuestos como minerales, proteínas, vitamina E y otros nutrientes.
Cómo se obtiene el aceite de ricino
Tal y como hemos dicho, el aceite de ricino proviene de las semillas del arbusto y se obtiene mediante el prensado en frío, como la mayoría de semillas oleaginosas. Así pues, el proceso de extracción de aceite de ricino es el siguiente.
En primer lugar, se cosechan las semillas maduras y se limpian para dejarlas secar, bien sea al sol o en el horno. Luego, estas semillas se trituran o se muelen, para poder formar una masa. Es dicha masa la que, posteriormente, se somete al proceso de prensado para extraer el aceite.
Habitualmente, es el procesamiento en frío el escogido para extraer el aceite de ricino. Mediante esta práctica, la masa se somete a una presión suave, de modo que se extrae el aceite conservando mejor las propiedades que este posee.
Propiedades y beneficios del aceite de ricino en cosmética
El aceite de ricino en cosmética es muy utilizado porque posee propiedades y beneficios que no se pueden ignorar, tanto para la piel como para el pelo o incluso las uñas:
Es muy hidratante. El aceite de ricino es un humectante natural que ayuda a hidratar la piel y a prevenir la sequedad. Así pues, es idóneo para utilizar en cosméticos orientados a pieles secas o que se escaman con facilidad.
Es antiinflamatorio. Sus propiedades ayudan a reducir las rojeces y la inflamación de la piel.
Es antioxidante. Gracias a su contenido en vitamina E, este aceite vegetal actúa como antioxidante natural. De este modo, protege la piel del daño que pueden causar tanto los radicales libres como la radiación UV. Igualmente, ayuda también a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Fortalece el cabello. El contenido en ácidos grasos esenciales ayuda a nutrir y fortalecer el cabello en profundidad, evitando así la rotura y la caída del mismo. Por su parte, el contenido en ácido ricinoleico sirve también para prevenir la caspa u otras afecciones que suele sufrir el cuero cabelludo.
Ayuda a hacer crecer el cabello. De nuevo, los ácidos grasos esenciales presentes en este aceite sirven para mejorar la circulación sanguínea en el cuerpo cabelludo, promoviendo así su crecimiento.
Fortalece las uñas. Este aceite vegetal también es idóneo para fortalecer las uñas y prevenir su rotura y astillado.
Como ves, es una materia prima con interesantes beneficios que llaman la atención a la hora de incluirla en las formulaciones de cosméticos.
